LA VISIÓN QUE SANA
Martín RibesTerapeuta Chamánico y Transpersonal
Formador en Chamanismo Prácticowww.epopteia.es
LA VISIÓN QUE SANA
En ocasiones, tanto mis pacientes como los asistentes a talleres y encuentros chamánicos se preguntan: “¿Qué tiene la visión chamánica que provoca estos cambios tan profundos en mi vida?“. Y es que, a priori, cuesta entender cómo algo que transcurre en la mente, de naturaleza intangible y a veces sutil, pueda generar cambios tan pronunciados en nuestra experiencia vital. Bueno, en principio es interesante intentar no “meterle mucha mente” a este tipo de trabajo. Aun así, es perfectamente legítimo que esa parte intrínseca e importantísima de nuestro Ser, el ego, quiera respuestas y explicaciones, así que, en la medida que pueda, intentaré responder.
En las experiencias que he tenido el privilegio de vivenciar, tanto en mi persona como en los pacientes y asistentes a distintos encuentros chamánicos, podría considerar que en el viaje chamánico y los estados alterados de conciencia se establece una comunión entre la mente y el Ser individual (Alma) y colectivo (Gran Alma o Espíritu). Esta comunicación se establece a través de imágenes, sensaciones y mensajes metafóricos en los que aparecen distintas manifestaciones arquetípicas que nos ayudan a entender, a darnos cuenta, a la vez que se generan cambios energéticos profundos en nuestra estructura vital.
A veces se experimenta la unión con el Todo. Eso de lo que tanto se habla y escribe en las distintas disciplinas espirituales, pero que se quedan en palabras si no se experimenta. Este encuentro con algo sumamente mayor a las limitaciones mentales ya es de por sí profundamente terapéutico, dado que contamos con una perspectiva de las cosas totalmente distinta a la percibida hasta entonces por la mente egoica. Dicho encuentro genera una ruptura de estructuras mentales, seguido de un consecuente despertar y recuerdo de sí mismo. Al hacernos conscientes y recordar quién o qué somos, empezamos a relativizar las problemáticas en las que se enzarza nuestra la mente y encontramos el coraje para iluminar los sótanos de nuestra alma de manera fluida y natural. Es entonces cuando las sombras que componen nuestro yo biográfico son llevadas a la luz de la conciencia. Al descubrir, reconocer y aceptar el contenido de dichas sombras estamos dando paso al nacimiento de un Yo más completo, evolucionado y, en definitiva, con menor conflicto interior. Y esto trae paz. Esto sana.
El Universo es sabio y nos ayuda en este maravilloso camino de crecimiento aportándonos las herramientas necesarias para ello. En el viaje chamánico una sombra puede manifestarse metafóricamente como una criatura desagradable, humo negro o algo que asusta a nuestra mente. Para enfrentarnos a esa sombra podemos preguntarle a nuestro Animal de Poder si estamos listos para este desafío y pedirle que nos provea de la fuerza y herramientas necesarias. Quizás, entonces, nuestra Pantera nos entregue una espada de fuego con la que cortar en pedazos esa sombra y darnos cuenta de que, en realidad, es inerte. Puede que tras este acontecimiento de superación la visión nos traslade atrás en el tiempo a un evento traumático de nuestra vida. Con las fuerzas de que disponemos tras haber combatido metafórica y energéticamente la sombra, estamos preparados para liberar la emoción ligada a esa memoria traumática. Esta energía psíquica atascada en los sótanos del alma nos ha impedido proyectarnos con éxito en muchos de los aspectos de nuestra vida o nos ha llevado a repetir patrones de comportamiento dañinos y limitantes. Una vez liberada la sombra y la emoción que acompañaba al niño, podemos darle desde aquí todo el amor incondicional y la atención que necesita, pues durante tantos años ha permanecido en el olvido. Amor y atención que éste recibirá abiertamente, pues su mayor deseo es el de volver a “casa”. Y esto trae paz. Esto sana.
En todas las culturas del planeta se emplea el cuento como fuente trasmisora de sabiduría, conocimiento y comprensión. El mundo de la metáfora nos lleva a un entendimiento más profundo de las experiencias de la vida y su naturaleza. Es el lenguaje del Alma. Cuando el monje pupilo acude al maestro con alguna inquietud fundamental, éste es respondido con un maravilloso cuento que conduce al pupilo a un despertar profundo. Y eso es lo que sucede en los viajes chamánicos. Nuestro Ser nos cuenta un cuento cuyo significado, en ocasiones, va más allá de nuestro entendimiento, pero que aloja en nuestro interior la simiente un nuevo Yo.
¿Y esto, por qué es así? Eso, afortunadamente, sigue siendo parte de este maravilloso y gran Misterio del que todos formamos parte.
Feliz senda
¡Ahó!
-Martín Ribes-
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