TODOS SOMOS NASH
TODOS SOMOS NASH
Ana Pérez
Terapeuta Gestalt y Coach Personal
Formadora en Chamanismo Práctico
www.epopteia.es
Acabo de volver a ver, una década después de que fuera
estrenada, una película absolutamente extraordinaria titulada Una mente maravillosa. El protagonista es un esquizofrénico, al que da vida Russell Crowe,
y el argumento está inspirado en la vida del matemático John Forbes Nash. Nash
es un genio absoluto, una mente privilegiada pero que ve personas que no
existen.
Estas personas controlan su vida porque él escucha su opinión y
obedece cualquier cosa que le digan que debe hacer. Estas personas le mienten
pero como él las cree y escucha lo que le dicen, está destruyendo su vida. El
matemático no tiene ni idea de que esas personas son alucinaciones, seres
irreales, hasta que su mujer lo ingresa en un hospital psiquiátrico, donde le
diagnostican esquizofrenia y le prescriben un tratamiento farmacológico para su
trastorno. Las visiones desparecen gracias a la medicación pero ésta tiene unos
efectos secundarios tan fuertes y que afectan tanto su capacidad intelectual
que Nash decide dejar tomarla. Sin la medicación vuelve a tener las
alucinaciones y descubre que sólo él tiene estas visiones, que las personas que
ve son inexistentes y tiene que escoger entre vivir medicado y su talento
creativo. Enfrentándose a un reto titánico, Nash luchó por recuperarse y tras
varias décadas de penalidades logró superar su tragedia y salvar la situación
decidiendo no prestar atención, no creer lo que las visiones le dicen y seguir
adelante con su vida.
Recibió el premio Nobel en el año 1994. Hoy en día Nash
es una leyenda viviente que sigue entregado a su trabajo.
La historia de Nash es el drama de cualquier ser humano. Todos
somos esquizofrénicos no diagnosticados que aunque no tengamos alucinaciones
visuales desde luego que sí tenemos alucinaciones auditivas. Todos escuchamos
en el interior de nuestras cabezas unas secretas e insistentes voces que tienen opinión sobre
absolutamente todo. Estas voces nos juzgan –a nosotros y a los demás- menosprecian,
critican, nos dicen lo que podemos o no, lo que debemos hacer o no, lo que está
bien y lo que está mal, determinan nuestras decisiones, nos hacen decir sí
cuando queremos decir no, abortan proyectos, dejan morir sueños de inanición, moldean
nuestro estilo de vida, profesión, aspecto… Parlotean, parlotean, parlotean. Estas alucinaciones auditivas también nos
obligan en muchos casos a tomar medicación indirecta en forma de calmantes,
ansiolíticos, antidepresivos, somníferos, relajantes musculares, antiácidos, analgésicos
y un larguísimo etcétera al que estamos tan acostumbrados que nos parece que
estar mal es lo que está bien.
El reto al que tuvo que enfrentarse Nash y que casi le
destruye es la misma lucha que se libra en el interior de la mente de cada uno
de todos nosotros: el auténtico Armagedón, el día Gloricioso en el que Alicia se
enfrenta al Galimatazo, la tragedia griega del viaje de Ulises. Estas voces son
como un caballo salvaje que nos lleva donde él quiere y continuamente nos tira
al suelo y nos humilla, y nos hiere el cuerpo y el alma. Una vez que aprendemos
a domar el caballo de la mente descubriremos una magia y un poder
extraordinarios que nos permitirá hacer
auténticos milagros.
La vida de Nash es un ejemplo de que si dejamos de creer
las voces que hay dentro de nuestras cabezas, estas tiranas pierden el poder
que tienen sobre nosotros y dejan de gobernar nuestras vidas. Puede que no
ganemos ningún Nobel pero superar el conflicto verdadero que existe entre la
verdad y la mentira es el mejor premio que podemos ganar en toda nuestra santa
vida.
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Ana Pérez
Terapeuta Gestalt y Coach
Formadora en Chamanismo Práctico
www.epopteia.es